lunes, enero 19, 2009

Los Guerreros Hoplitas (2da parte)

Equipamiento

Los hoplitas se armaban generalmente poco antes de la batalla, pues su armamento era muy pesado: el peso total de la armadura hoplita estaba entre los 22 y los 27 kilogramos. Cada hombre se hacía con su propio equipo que no era uniforme en el ejército. Como resultado de la no existencia de un equipo común, a menudo las tropas amigas no se reconocían. Típicamente, un hoplita tenía una coraza (θώραξ, thốrax) de bronce que reproducía la forma de los músculos del torso, un casco (κράνος, krános) de bronce con protecciones para las mejillas, más un escudo de forma circular llamado aspis, que medía un metro de diámetro. También se le puede llamar hoplon. El aspis (ἀσπίς, aspís) era un escudo hecho de madera o bronce. Era muy pesado (de 8 a 38 kg) y se extendía desde el mentón hasta la rodilla. En la cultura militar espartana, tirar el aspis de un soldado era inadmisible. Se decía «Vuelve a casa con este escudo o sobre él».

Cada griego hoplita tenía una armadura diferente, hecha a medida, y en el escudo colocaba los símbolos de su familia. Por el contrario, los espartanos tenían el mismo uniforme y la letra griega lambda (Λ) en sus escudos, en referencia a su tierra de origen, Lacedemonia (Esparta). Cada espartano llevaba una toga escarlata, presentándose como espartano, aunque esta capa nunca se llevaba en combate. El diseño de los cascos solía variar con el tiempo:
Casco corintio de hoplita.

* El casco corintio era el casco estándar, y era el que tenía más éxito. Entre los espartanos, éste estaba reservado para los líderes y jefes de filas, mientras que en otras ciudades ocurría lo contrario.
* El casco tracio tenía una gran visera en la frente, que además protegía la cara. Todos los cascos estaban hechos de bronce.

* La linotórax, utilizadas desde época micénica y por otros pueblos también. Era un modelo más ligero, cómodo y flexible que la coraza de bronce, aunque ofrecía menor protección. Estaba fabricado por varias capas de lino, entre unas quince o veinte, encoladas entre sí y las endurecían sumergiendolas en vinagre y sal. Podían ser reforzadas para otorgar mayor protección frente a ataques punzantes con escamas de bronce o láminas cuadradas no superpuestas cosidas a la linothorax. Solían disponerse estas escamas en la cintura, pero también se ponían en hombreras e incluso el pecho. En la parte de la nuca tenía un saliente que se prolongaba para otorgar mayor protección a esa parte, y de la cintura colgaban dos capas de tiras (pteryges) superpuestas unas encima de otras de manera que no dejaban huecos entre si, protegiendo así bajo vientre y muslos sin restar movilidad.

El arma primaria era la lanza de alrededor de 2,7 m de largo llamada doru (δόρυ, dóry). Los hoplitas también llevaban una espada corta llamada xifos (ξίφος, xíphos). La espada corta era un arma secundaria, para después de que la lanza quebrase. También, si el enemigo se retiraba, tiraban la espada y el escudo, y después le perseguían. Protegían sus piernas con unas grebas, denominadas cnémidas (κνημῖδες, knêmĩdes) .Todas las armas y armaduras estaban hechas principalmente de bronce. El equipamiento era muy costoso, así que sólo los ricos podían permitirse ser hoplitas. Los soldados, en ocasiones, heredaban el equipo de sus padres o abuelos. Si el soldado era lo suficientemente rico, podía comprar un caballo y servir en la caballería regular, llamada hippeis', o en la caballería preparada para las escaramuzas, llamada Hippakontistai (lanzadores de jabalina montados). En algunas ciudades estado, era obligatorio servir durante unos años como soldado. Pero, desde luego, debían comprarse sus armas y su equipo. Después de los años de servicio, podía continuar su carrera militar o ganarse la vida con otra profesión. Pero en la cultura espartana, cada ciudadano tenía que ser un soldado, así que los hilotas hacían sus trabajos y cultivaban sus campos. A cada espartano le pertenecía una granja, trabajada por hilotas. Cada soldado obtenía una pensión, al igual que beneficios y una paga.

Como contraste, cabe destacar a otra infantería contemporánea, que solía llevar una armadura más ligera y lanzas más cortas, jabalinas o arcos. El escudo mediano del hoplita permitía ser apoyado en el hombro. En formación, los escudos eran superpuestos de manera que defendiesen el lado izquierdo de su dueño, y el derecho del vecino. Es un tema de discusión para los historiadores si los hoplitas usaban la lanza por debajo o por encima del brazo.

Tácticas

La fuerza de los hoplitas estaba en el combate sorpresa. Los dos ejércitos chocaban con la esperanza de romper o rodear la línea enemiga. De no ser posible esto, la batalla se convertía en una serie de empujones, con la retaguardia intentando que la vanguardia penetrase en la línea enemiga. Esta maniobra era conocida como el othismos. Las batallas raramente duraban más de una hora. Una vez que una de las líneas se rompía, los vencidos escapaban del campo, seguidos por la caballería o los peltastas. Si un hoplita escapaba, en ocasiones se le obligaba a dejar su voluminoso aspis, y caía en desgracia para su familia y amigos. Las bajas eran leves comparadas con las batallas más cercanas a nosotros y raramente superaban el cinco por ciento en el bando perdedor, pero en estas bajas solían estar los ciudadanos más importantes y los generales que lideraban la vanguardia.

Por ello, toda la guerra podía ser decidida en una sola batalla; la victoria se reforzaba con el rescate pagado a los vencedores por los vencidos, llamado "la costumbre griega". Los espartanos nunca huirían de la batalla, por el contrario, luchaban hasta la muerte.

Un hoplita en formación estaba protegido por la mitad derecha de su escudo (llevado en su brazo izquierdo) y por la mitad izquierda del escudo del hombre a su derecha. Por lo tanto, el hombre de el extremo derecho de la falange estaba solo protegido a medias. En la batalla, las falanges opuestas explotarían su debilidad dirigiéndose al flanco derecho de su enemigo. La formación del hoplita se llamaba la falange. Los soldados más fuertes estaban a la derecha. En una falange había una serie de filas, y los líderes de cada una de ellas se situaban en la parte derecha. Había un instructor veterano en la retaguardia manteniendo el orden. Hasta el siglo VIII a. C., los soldados luchaban "por libre", por lo que las batallas se basaban en el heroísmo. La clave de la batalla estaba en golpearlos con el hoplon de los hoplitas y apuñalar al enemigo en la cara y en el torso. La principal debilidad de las tácticas era el limitado uso combinado de las armas, con arqueros o tropas ligeras usados escasamente. Los ilotas acompañaban normalmente a los espartanos en la batalla, montando los campamentos o haciendo tareas para los espartanos. Las formaciones y las tácticas variaban en el tiempo y en las ciudades.

Uno de los primeros problemas con la formación de los hoplitas era la incapacidad de marchar recto cuando entraban en combate. Esto estaba causado por la tendencia normal de los soldados de acercarse lo máximo al vecino (y por lo tanto a su escudo) para estar bien protegidos. Esto lo cuenta Epaminondas de Tebas a principios del siglo IV a. C. La innovación fue entrenar a los hoplitas para que marchase en diagonal. Antes de eso, solo los espartanos habían conseguido marchar en línea recta, pero gracias a intensos años de disciplina y entrenamiento.

No hay comentarios: